Espacios de mercado: un estudio para Sudáfrica
Los mercados son más que simples lugares de comercio
Los mercados siempre han existido en el corazón de las comunidades, lugares donde convergen los intercambios económicos, sociales y culturales.
A pesar del auge del comercio globalizado y del comercio minorista online, los mercados físicos siguen siendo vitales, particularmente en las economías informales, donde ofrecen espacios asequibles para los comerciantes y acceso a bienes esenciales para los residentes.
En muchas ciudades, el comercio informal no es sólo una necesidad sino una fuerza económica dominante. En Ciudad del Cabo, por ejemplo, el comercio informal contribuye significativamente al empleo, pero opera en condiciones precarias. Condiciones de falta de infraestructura básica, apoyo municipal o falta de protección contra la gentrificación. Las mujeres en Sudáfrica, que constituyen la mayoría de los comerciantes informales, son especialmente vulnerables.
Este proyecto explora una tipología arquitectónica para mercados informales, centrado en el barrio de Delft South en Ciudad del Cabo. El objetivo no era solo proponer un mercado, sino investigar cómo la arquitectura a través de sistemas de grandes luces estructurales como las bóvedas pueden crear espacios dignos, eficientes y adaptables para el comercio informal.
En lugar de simplemente proporcionar refugio, los mercados actúan como infraestructura social, reforzando las redes comunitarias, apoyando las economías locales y dando forma a la identidad urbana. A través de investigaciones, entrevistas y experimentación estructural, busqué diseñar un mercado que respondiera a las realidades del comercio informal mientras participaba en la innovación arquitectónica.


Estructuras abovedadas: eficiencia, forma y ambiente
Las bóvedas se han utilizado desde hace mucho tiempo en arquitectura por su eficiencia, economía de materiales y fluidez espacial. Al permanecer puramente a través fuerzas de compresión, requieren material mínimo a la vez que ofrece cobertura de gran alcance, haciéndolos ideal para espacios públicos abiertos como los mercados. Sus formas curvas no sólo proporcionan integridad estructural sino que también crean una ambiente acogedor, ofreciendo sombra natural, ventilación y una sensación de cerramiento sin restringir el movimiento.
A diferencia de lo convencional, es decir viga y pilar, los sistemas abovedados minimizan la flexión y reducen la necesidad de un refuerzo excesivo. La técnica de bóveda de tejas finas, pionera en Cataluña,y más tarde refinada por Eladio Dieste en Uruguay, ejemplifica este enfoque: utiliza ladrillos livianos que se entrelazan sin encofrados pesados, lo que da como resultado estructuras que son a la vez económicas y expresivas.
Este método se ha utilizado históricamente donde los recursos eran escasos, desde las bóvedas catalanas de Antoni Gaudí hasta las Escuelas Nacionales de Arte de Cuba, construidas durante el embargo comercial estadounidense. Inspirado en estos precedentes, el proyecto explora el potencial de las estructuras abovedadas en espacios publicos, donde la asequibilidad, la adaptabilidad y la identidad espacial son cruciales.

Un mercado arraigado en la comunidad y en su estructura.

La fluida, estructura de membrana ligera abarca grandes áreas con un mínimo de material, lo que proporciona espacios naturalmente sombreados y ventilados para los comerciantes y el público. Los módulos circulares del mercado integran servicios esenciales, mientras que el paisaje dinámico de la azotea crea un hito simbólico y funcionaldiseñado para Delft South, en la Ciudad del Cabo. El proyecto explora cómo la infraestructura pública puede apoyar las economías informales, ofreciendo dignidad, adaptabilidad, fomentando la actividad económica y la interacción social e identidad urbana.
Explorando estructuras abovedadas a través de la experimentación práctica.

Para probar la viabilidad del diseño abovedado, construí tres modelos a escala 1:20 y varias estructuras impresas en 3D.Utilizando malla de alambre y tejas de ladrillo en capas, estos modelos demuestran integridad estructural, su economía material y explora principios de búsqueda de forma.Este proceso práctico fue crucial para comprender cómo se pueden construir eficientemente, estructuras basadas en la compresión adaptadas a las necesidades específicas del sitio.


Más allá de Sudáfrica: una necesidad universal de espacio.
Si bien esta investigación tiene sus raíces en la economía informal de Ciudad del Cabo, los desafíos que aborda—falta de infraestructura, exclusión económica y precariedad del comercio informal—son globales desde América Latina hasta el Sudeste Asiático, pero, en contextos donde la brecha de riqueza es extrema, como en Sudáfrica,estas contradicciones son todavia más evidentes.
Aquí, la ausencia de inversión pública en infraestructuras de mercados revela un problema más profundo: un sistema que prioriza el comercio a gran escala y no tiene en cuenta la columna vertebral económica de muchas comunidades.En entornos de desigualdad extrema, la necesidad de la creación de tipologías alternativas —mercados que dignifiquen, protejan y empoderen, no sólo a los comerciantes, sino también a las comunidades— se vuelve aún más urgente.
Al examinar esta realidad en Sudáfrica, descubrimos lecciones más amplias: cómo la arquitectura puede mediar en la disparidad económica, cómo el diseño puede servir al interés público y cómo los mercados pueden funcionar como motores económicos y a edificar infraestructura social. Estos principios son aplicables en cualquier lugar—no sólo en las economías informales, sino también en las ciudades donde la presión de la privatización y la gentrificación, amenaza el comercio local.