Viviendas sociales en Salt River
La infraestructura como un derecho
Una máquina viva para la producción de espacio.
En el corazón de Salt River, Ciudad del Cabo, un barrio moldeado por la industria y la migración, este proyecto buscó reimaginar La vivienda social no como un producto terminado, sino como una infraestructura en evolución—un marco para la construcción colectiva, la autonomía y la adaptación. Inspirado por Los escritos de Henri Lefebvre sobre el espacio y el Estado, el diseño propone un sistema donde Los residentes no son meros ocupantes, sino agentes activos en la configuración de sus propios hogares..
Una arquitectura que se construye a sí misma.
Situado junto a el líneas y estaciones de ferrocarrilLa intervención conecta las viviendas directamente con el sistema de transporte de Ciudad del Cabo. Pero en lugar de un bloque de viviendas estático, propone... a máquina arquitectónica autoconstruible—una columna vertebral infraestructural incrustada en un marco modular que crece a través del trabajo colectivo y la necesidad. Esto megaestructura tipo grúa, tanto simbólico como funcional, no es sólo un proveedor de refugio sino un facilitador de la autodeterminaciónen, otorgando a las personas las herramientas, los recursos y el espacio para construir sus propios entornos.
Pilares conceptuales clave
- La infraestructura como contrato social: En lugar de entregar un producto de vivienda completo, el proyecto ofrece los medios para que las personas construyan, expandan y transformen sus hogares a lo largo del tiempo.
- Vivienda y movilidad como una sola cosa: El sistema se integra directamente con transporte público, reduciendo el aislamiento y reforzando la conectividad urbana.
- Unidades flexibles de autoconstrucción: Los módulos prefabricados y las estructuras de andamios permiten una construcción incremental, lo que garantiza adaptabilidad a las necesidades individuales y comunitarias.
- Reclamando el derecho al espacio: Desafiando la mercantilización de la vivienda, este proyecto se posiciona La producción del espacio como derecho colectivo, no una imposición desde arriba hacia abajo.
Este proyecto es a una provocación tanto como una propuesta—una declaración arquitectónica que cuestiona cómo El urbanismo, el trabajo y la política se cruzanReconoce que el espacio es político, que la arquitectura nunca es neutral, y que El diseño debe empoderar en lugar de dictar.
Salt River Social Housing visualiza un futuro urbano donde las personas están ya no son consumidores pasivos del espacio, sino sus co-creadores, recuperando la ciudad como un proyecto abierto e inacabado.
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